Las Águilas no han logrado una buena estructura dirigencial desde el año pasado. Andy Barkett ha pasado por un proceso de dos despidos (y si lo votaron una vez, ¿para que lo contratan de nuevo sin temporadas de por medio?), agregando un Gerente General en medio de la temporada. Salvo a final de temporada y en algunos casos excepcionales se despiden o contratan los Gerentes Generales, que son las figuras más importantes en la estructuración de un conjunto.
El standing actualmente está muy ajustado con una diferencia de apenas 1.0 juego entre el líder y el cuarto lugar. La distancia entre el primero y el quinto puestos es de apenas 2.0 partidos, en tanto los cibaeños se han quedado rezagados colocándose a 4.0 juegos del cuarto lugar clasificatorio que ocupan los Campeones Nacionales Gigantes del Cibao.
Las Águilas comenzaron con 1-9 en un inicio fuera de sus parámetros y más si señalamos que las Águilas ha sido el mejor equipo en Serie Regular en los últimos cuatro torneos. Habían presentado problemas en el Round Robin o perdiendo la Serie Final, pero no a un nivel tan desgargante en los cuatro años mencionados en la regular.
Tras el 1-9 y llevar a Ramón Peña a la Gerencia General las Águilas se metieron en una buena racha, ganando ocho de once juegos, situándose a 0.5 juegos de los Toros y empatando con los Gigantes del Cibao.
El torneo le ha jugado una mala pasada a las Águilas en un momento que los otro cinco conjuntos tienen la posibilidad de escalar el primer lugar, mientras los cibaeños se han quedado en la gatera perdiendo cuatro partidos de manera consecutiva.
Las Águilas se están pareciendo a los Gigantes, quienes en un momento perdieron cinco juegos en línea y ocho de once. A los santiagueros les falta corazón, mística y tradición, que han sido el orgullo de un equipo 20 veces campeón y que ganó nueve finales en trece años entre 1996 y 2008.
El tiempo nos dirá si las cosas cambiarán por los predios amarillos, mas están en un momento muy complicado.
Santo Domingo, R. Dom.