El anuncio del retiro de David coincide con la celebración de sus 40 noviembres. Cuando prácticamente todos los jugadores de su generación están en el retiro, el toletero criollo se da el lujo de anunciar que colgará sus spikes  a su gusto y en plenas facultades.

El David ha sido un modelo  a seguir para muchos y un jugador que ha marcado su territorio, diciendo con su bate y con sus expresiones lo que siente, cuando y como se siente y sobretodo demostrándole al mundo que es un jugador que respeta a su público, el juego y es un señor lleno de hidalguía en cuanto a su figura se trata.

Una estrella que ha sobrepasado los 500 jonrones, se da el lujo de poseer tres anillos de Campeón Mundial y en un tiempo de resaca beisbolística y de reestructuración para los Medias Rojas, el Big Papi ha levantado la bandera del orgullo tanto en el equipo como en los malos momentos de la ciudad de Boston.

A sus jonrones y campeonatos debemos agregarle su MVP en la Serie Mundial del 2013, MVP de la Serie de Campeonato 2004, nueve All Start, seis Bates de Plata, nueve temporadas con Boston de más de 30 jonrones y más de 100 remolcadas, anexando .295-17-60 en postemporada (.455-3-14 en Serie Mundial).

Con todo y estar en temporada muerta, el David es figura por todo lo que dice y hace, anunciando su retiro, señalando cómo van las cosas en nuestro país y en lo que debe ser un gran festejo por sus 500 jonrones y la celebración  de su cumpleaños 40.

Nunca antes un jugador que ha pasado la mayor parte de su carrera en la posición de bateador designado ha logrado ingresar al Salón de la Fama del Béisbol, mas el dominicano romperá ese molde cinco años después de accionar en su último partido en las Grandes Ligas.

Soy de los que he admirado siempre a los que con trabajo extra han logrado escalar al más alto nivel en lo que hacen y el David no ha sido la excepción, pues en principio pocos confiaron en su talento y casi nadie pensó ni remotamente que este señor alcanzaría los 500 jonrones y más de 1600 carreras remolcadas.

Definitivamente David Ortiz a sus 40 años es una estrella que brilla con luz propia.