Licey está en un momento pletórico, rebosante de felicidad por su gran juego, las nuevas integraciones (incluyendo la de Hanley Ramírez y Juan Francisco en los próximos días), un sólido primer lugar (17-11), un juego en conjunto que merece todos los reconocimientos para el gerente Manny Acta y el manager Lino Rivera. Los 21 veces campeones han ganado cinco juegos en línea y su posición es realmente envidiable.
Las Águilas van por un camino completamente diferente (incluso por las redes sociales se ha celebrado la conquista de la Serie de las Américas como si fuera el pase a la Serie Final del torneo 2015-16). Los 20 veces campeones se encuentran en el fondo del standing (11-17), con unos registros completamente diferentes al de sus rivales Tigres del Licey.
Los cibaeños nombraron a Miguel Tejada su dirigente, realizando tales funciones desde la celebrada Serie de las Américas y por segunda vez este año, pues estuvo como capataz en el Round Robin pasado luego del primer despido de Andy Barkett. Como una segunda parte del cuento, que no es de hadas ni nada parecido, Tejada vuelve a tomar las riendas amarillas en un momento que su equipo está a 6.0 juegos del primer lugar y a 2.5 del cuarto puesto.
A los Tigres les basta tener un juego promedio en lo que resta de campeonato para alcanzar el Round Robin y olvidar la humillante temporada 2014-2015. El año pasado al conjunto azul le salió todo mal una temporada después de conseguir el campeonato. Licey encabeza el standing, las anotadas (136), slugging (.374), bases robadas (35) y menos errores cometidos (26).
Las Águilas son la antítesis de los bengaleses. Mientras Licey está orondo con su primer lugar y sus grandes registros, las Águilas han tenido que batallar con todo tipo de dificultades, incluyendo el nombramiento de un Gerente General y la cancelación de su dirigente. Son últimos en el standing, en efectividad (3.65) y penúltimos en dos departamentos claves, las anotadas (109) y más errores cometidos (40).
El 2015-2016 ha mostrado hasta el momento dos caminos diferentes para estos dos colosos del Otoño-Invierno. Licey por un sendero de luces, de felicidad. Las Águilas en un laberinto borgiano o kafkiano, pero al fin un laberinto que al menos hasta hoy no se le encuentra salida.