Son muchos los detalles y las diferencias en el béisbol de los 70-80 y el béisbol de hoy día, sobre todo con las restricciones, privilegios y delicadezas de los jugadores importados presentes en nuestro béisbol.
En los años 70 y parte de los 80 no teníamos un material tan prolífico a nivel de ligas Menores ni en las Mayores (recuerdo como ahora que en 1984 24 jugadores criollos estuvieron en roster inaugural, incluyendo a Stanley Javier y a José Rijo, bajados por los Yankees días después de debutar). Normalmente catorce jugadores importados estaban presentes en las nóminas de los equipos en los años 80 y el pequeño núcleo estelar de entonces en MLB accionaba en la LIDOM.
En esa época los cuatro equipos tradicionales recibían los mejores prospectos de los equipos de Grandes Ligas, sin ningún tipo de restricciones. Rennie Stennett, J.R. Richard, Dave Parker, Billy Buckner, George Foster, Gary Mathews, Tim Raines, estuvieron reforzando nuestros torneos, algunos con varias temporadas completas.
En las Mayores no se ganaba el dinero de hoy día, quizás ese fue un factor para que jugadores como Bob Beall, Omar Moreno, Charlie Hough (rescató 47 partidos en seis temporadas), Mickey Mahler (ganador de 40 juegos e inmortal del deporte dominicano) o Mark Hiusman vinieran a jugar invierno como si nuestro país fuera su segunda casa.
Esos nombres antes mencionados provocaban el orgullo y la nostalgia de muchos que veíamos, como en mi caso con Omar Moreno, a figuras que eran nuestros ídolos imaginarios de infancia, pues no todos los días se podía asistir a un estadio de béisbol, solo las descripciones de los narradores y comentaristas, más las crónicas periodísticas y las postalitas de entonces, nos acercaban a esos emblemáticos jugadores. Recuerdo mi frustración infantil cuando no pude ver a Miguel Diloné ni a Omar Moreno en un Juego de Estrellas de Nativos e Importados celebrado en el Estadio Julían Javier (discutía que Pedro y Mario Guerrero eran hermanos sí o sí).
Hoy día los jugadores firman contrato por un mes, con todas las restricciones, exigencias y pedidos como si fueran divos de la música o la actuación. Hay que colocarlos en hoteles de primera y algunos como Gary Matews Jr. si no es en ciudades que exista mar y playa no juegan invierno.
Rhys Hoskins, líder de jonrones y remolcadas del torneo, Dylan Cozens, líder en cuadrangulares y a la vez contrincante de Pacquiao o Maywether, el toletero Dan Black o Chad Gaudin (4 rescates, 1 carrera permitida en 10.0 entradas), ya no están en nuestro béisbol. Normalmente esos refuerzos vienen contratados por un mes, no importa si su actuación es de refuerzo o de importado por sus bajos registros.
Sencillamente los dueños, gerentes, managers y todos los que seguimos nuestro béisbol tenemos que adaptarnos a los nuevos tiempos, al dinero, y como siempre digo, a las ñoñerías de MLB.