21 de diciembre del 2009.
Santo Domingo, R. D.- El Servicio Jesuita a Refugiados/as y Migrantes (SJRM), afirmó este sábado que República Dominicana se enfrenta al desafío de evitar que se agrave la situación de vulnerabilidad de los/las migrantes, debido a la escasa promoción de sus derechos.
Durante la celebración conjunta del Día Internacional del Migrante y el Día Internacional de los Derechos Humanos, la entidad señaló de manera concreta violaciones en este sentido. Destacó que los/las trabajadores/as migrantes generalmente no reciben un salario justo, sufren agresiones verbales de contenido racista y a veces agresiones físicas, desarrollan sus labores en condiciones extremadamente precarias y de alto riesgo. El SJRM afirmó que la mayoría de los/as trabajadores/as migrantes establecen relaciones laborales en un marco de informalidad, lo que hace más difícil la exigibilidad de sus derechos.
Fueron analizados además varios elementos del 4to. boletín del Observatorio sobre Derechos Humanos, el cual está dedicado a la situación de indocumentación que afecta más de 800, 000 dominicanos/as, de los cuales el 33% son niños/as menores de 9 años de edad. También se destacó que en el mundo hay más de 200 millones personas que emigran para mejorar su situación de vida, buscando oportunidades de empleo, escapar del hambre, evadir persecuciones políticas, religiosas, raciales o los efectos de catástrofes naturales.
También se indicó que frecuentemente este segmento poblacional es víctima de delitos comunes y de abusos de autoridad y que generalmente quedan impunes, debido a la ineficiencia del sistema de justicia. “Habitualmente, comunidades de inmigrantes son perseguidas y agredidas colectivamente por turbas, destruyendo sus viviendas y saqueando sus bienes. En ocasiones muchos resultan heridos de gravedad”, apuntó Francisco Leonardo, vocero del organismo. Para superar esas situaciones se propuso que el Estado defina la ejecución de estrategias de relacionamiento intercultural entre las comunidades de inmigrantes y de nacionales.
La celebración, efectuada en el salón de conferencias del Centro Bonó, sirvió para incentivar las relaciones interculturales y armónicas entre los pueblos dominicano y haitiano. La misma incluyó presentaciones teatrales y exposición pictórica.