22 de enero del 2010
Por Andrés Toribio.
Rocainformativa.com
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| Profesor Andrés Toribio, como maestro y como padre, tiene gran autoridad moral para hablar de la familia |
Santo Domingo Este, R. D.- Si deseamos buenos logros en nuestro Sistema Educativo, debemos hacer énfasis en el cuidado de nuestros niños y jóvenes en sus respectivos hogares, ya que el trabajo más importante de la especie humana reside en el hogar.
Comprendo el empeño que hace el Secretario de Estado de Educación, Lic. Melanio Paredes en procura de lograr mejores estándares de eficiencia en los diferentes niveles del Sistema. No obstante, a nuestro entender será muy difícil de conseguirlos, si no se toma en cuenta la conducta de los padres, el modo de vida del niño, la desintegración de la familia.
Si no nos percatamos de las abundantes discordias conyugales, la vida viciosa de muchos padres, así como la disociación familiar. Si pasamos por alto, que la familia es la base del orden social y que de ella depende la eficacia de las orientaciones que deben darle fuerza a la sociedad. Sin la satisfacción de las principales necesidades de los niños y jóvenes, jamás tendremos el sujeto a que aspiramos.
No bastan las continuas supervisiones, los diseños hermosos y las auditorías. Educar no es formar sólo técnicos, sino buenos espíritus. Me pregunto: ¿Qué hacemos con los niños y jóvenes que no tienen un hogar estable?, ¿qué hacemos con los que sus condiciones no les permiten estudiar?,¿Dónde van a estudiar?_ tienen que ir a las mismas escuelas, aunque el resultado no sea el deseado. Se necesita que la escuela sea una continuación del hogar.
En suma: todos los padres debemos saber y mantener en nuestra conciencia estas palabras de Ray Lyman Wilbur: “La educación es un continuo proceso de toda la vida, que comienza al aprender a mamar y termina al morir”
