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Santo Domingo

Respondiendo cuestionamientos de Dany Recio a Cabrera.

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Por Guillermo Dipré                                    

Rocainformativa.com

Leyendo una entrevista realizada a mi compañero y amigo Daniel Recio y publicada en este medio informativo, se me ocurrió escribir esta línea, no con la intención de responder al compañero en cuestión sino más bien para ayudar a mis compañeros que aspiren o piensen aspirar en algún momento a algún puesto electivo. Pero también, para que aprendamos a auto-evaluarnos al momento de recibir las recompensas que esperamos merecer por nuestro trabajo político y por tanto aprendamos a reaccionar fríamente y a analizarnos conforme a lo que prometimos y a lo que logramos hacer para “x” o cual candidato o candidata.

Nosotros dirigimos el Comité Intermedio en el que milita el compañero Recio, cariñosamente Dany, quien fuera pre-candidato a regidor y lo  apoyamos de manera sincera y abierta; pero, paradoja de la vida, a pesar del empuje que se le veía hacia afuera, no pudo obtener una votación apreciable en su propio intermedio, ¡es más!, la votación del intermedio fue la más desastrosa de su historia, aunque si bien es cierto que este   fue un centro de experimentación para ver cómo las prebendas dañan a la baja- pequeña burguesía pobre y muy pobre, componente social  arrollador del padrón electoral en cuestión. No es menos cierto que ni él ni su esposa, quien también es presidenta de Comité de Base, no llevaron a nadie a votar de sus propios organismos, mucho menos del universo de votantes de ese intermedio.

Como puede apreciar quien lea esta nota, aqui valen las palabras del que fuera fundador del otrora PLD, profesor Juan Bosch, «a veces lo que no se ve es más importante que lo que se ve…». ¿Cuántos dirigentes vendieron sueños y se engañaron ellos mismos para engañar a uno u otro candidato?  Ahora bien, de lo que se trata es de ponernos frente al espejo y decirnos; “diablo, Cabrera o cualquier otro me descubrió, debo limpiar mi imagen y presentarme ante este con humildad y decirle, tengo una deuda con usted, en lo adelante lo apoyaré de manera incondicional”. Eso es lo contrario de ensuciar el agua que nos quitó la sed en un momento dado; porque, quién sabe si tenemos que devolvernos a tomar el agua que habíamos dejado atrás.      

Santo Domingo Este, R. D.

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