Por Daniel Santana
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| Daniel Santana |
Fue de una reflexión profunda que he tenido el placer de tener conmigo mismo, para tener una conclusión preliminar…haciendo un ejercicio de vernos a nosotros mismos como país y tener el resultado de conocer que tenemos un parecido a los viejos constructores de la Torre de Babel.
Los dominicanos no nos entendemos entre nosotros mismos, nos tenemos fobia entre nosotros mismos y más aun cuando notamos la superación, más en los demás que en nosotros. Nos despreciamos uno con el otro, nos discriminamos, el profesional se burla del técnico y el técnico del obrero, nos tenemos envidia, nos sentimos mal cuando el amigo progresa y crece, aun sea con esfuerzos y sacrificios, dejando en evidencia nuestra mezcla racial y en cuestionamiento el término “dominicano de pura sepa.”
Es posible que los estudiosos de la conducta humana y los sociólogos de los países del viejo mundo y del nuevo también, estén haciendo tesis para enseñar y difundir cómo es posible vivir con tantas disparidades de criterios, de pobladores de un mismo país.
Es en la Republica Dominicana el único país del mundo moderno que se vive con un parecido al de los constructores de la torre de Babel. Pasando el cubo por el ladrillo o la plomada por el martillo y ya saben lo que pasó, por lo que es obvio que también nos puede pasar lo mismo que le pasó a los constructores de la Torre de Babel, de continuar con este parecer.
Los estudiosos, civilistas y cientistas del mundo tienen en los dominicanos 10 millones de seres viviendo, parecidos a los constructores de la Torre de Babel, que no se entienden y mucho menos se pueden poner de acuerdo para trabajar por el bien de su país, por lo que es obvio que nos estudiarán y nos analizarán…como materia de la Sociología Universal.
Somos el único país del mundo donde no hay dos que piensen parecido y comencemos por los “censos” que nunca terminan bien.
El que opta por ser político con visión para el futuro de su pueblo bajo el modelo de los principios, las ideologías de transparencia social, tendrá que enfrentarse con los tradicionales retrógradas del oscurantismo más cruel que se encuentran succionando lo que queda de moral.
Con megáfonos en manos, calle por calle, difundimos que no era posible votar por los regidores que se querían quedar, porque entendimos que no lo hicieron bien.
“Pero primó más el interés, que el amor que le tenia”, fue por una funda de comida del Plan Social y cien pesos que se vendió el voto para volver a poner a sufrir 6 años más a los municipios y provincias del país. Y más culpa tienen aquellos que no votan por ignorancia. Ignorancia que es aprovechada por los vivos políticos más corruptos del sistema de partido de masa para volverse a reelegir.
Fueron tres, los mismos, los que impugnaron las regidurías del Movimiento de Izquierda Unida “MIU” en las circunscripciones 1 y 3 de Santo Domingo Este, porque no resisten los modelos con visión progresista y revolucionaria. Impugnación que fue de carácter cobarde y de mediocres por la razón de querer seguir figurando, y cobrando sin trabajar y aún más que los ojos del pueblo no los puedan ver.
Los Munícipes de Santo Domingo Este, sólo cuentan con unos pocos regidores, pero muy pocos que hasta se pueden contar con los dedos de las manos, en la Sala Capitular y en el Consejo de Regidores también, los demás, fueron y serán “carniceros al destajo! y nada más.
Es posible que tengamos que rogar
¡OH! Balaguer, tú que construiste la única universidad del país con una facultad para enseñar y preparar profesionales en el transfuguismo, es lamentable que ya no estés, para que veas que los que tu creaste, hoy después de tu muerte, se tragaron la facultad de la ciencia del tránsfuga, la tiza y el borrador…
¡OH!, querido profesor Don Juan, ¡caramba!, que lástima que usted no está para que vea que a los que estuvimos con usted en la caravana del millón del 90, nos han tratado a “patá”, y nos han sustituido por tránsfugas de la universidad de Joaquín.
¡OH!, querido país de Francisco A. Caamaño(Francis), de Flavio Suero, de Maximiliano Gómez, el tornero del Ingenio de Consuelo de San Pedro de Macorís, Mama Tingó, José Francisco Peña Gómez, mi querido profesor Don Juan Bosch, ¡qué pena siento por mi país!, sin sus líderes que lo defendieron ayer.
¡Qué difícil es ser político de honestidad y triunfar!, y peor es progresar y construir familia también… ¡Que vivan los “pica pica”!, los tránsfugas, los clientelitas, “los pedilones”, los “tumba polvo”, los “limpia saco”, los borrachos, porque ellos viven mejor que los que estudian, estudiaron y trabajan.
Amen.
Santo Domingo Este, R. D.
