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Santo Domingo, R. D.- El Banco Central de República Dominicana informó que durante el mes de marzo el Índice de Precios al Consumidor (IPC) arrojó una variación de 0.86% con relación al mes de febrero, ubicando la inflación acumulada del primer trimestre del año en 2.33%. En tanto, la inflación anualizada, medida de marzo de 2009 a marzo de 2010, fue de 7.43 por ciento.
Según explica la entidad bancaria, estas cifras se deben a las subidas en los precios de gas licuado (3.94%), gasolinas (5.48%), servicios de transporte (8.06%), y en los azúcares (31.87%), que en conjunto aportaron 1.57 puntos porcentuales a la variación del IPC, es decir, el 67.38% del crecimiento del índice en el período enero-marzo.
El Banco Central señala en su informe que la inflación subyacente acumulada se ubicó en 0.66%. Este indicador mide la tendencia inflacionaria de origen monetario y aísla los efectos que en el corto y mediano plazos sufren los precios de algunos bienes, como resultado de shocks ocasionados por factores exógenos a la política monetaria que distorsiona la tendencia del IPC.
El 76.74% de la inflación del mes de marzo obedece al aporte de 0.44 puntos porcentuales del alza en los precios de las gasolinas, y de 0.22 puntos porcentuales del incremento en los precios de los azúcares, por lo que sin estos choques, el índice variaría apenas 0.20% en el mes analizado.
Variación por Grupos
Según el documento oficial, en el IPC del mes de marzo el índice del grupo transporte fue el de mayor incidencia, al crecer 2.15%, por los aumentos en los precios de las gasolinas premium (4.13%) y regular (4.01%), conforme a las revisiones semanales realizadas, en cumplimiento a la Ley 112-00 de los hidrocarburos.
En menor magnitud aportaron al crecimiento de este grupo las subidas en los precios del servicio de transporte en motocicletas (1.65%), en carros públicos (0.63%), y en autobús (0.36%).
El grupo alimentos, bebidas y tabaco experimentó una variación de 0.97%, explicada principalmente por las alzas de precios del azúcar crema (29.78%) y azúcar refino (20.06%), asociadas al incremento de la demanda en Haití; y a la reducción en la oferta por parte de los ingenios productores.
Asimismo, se registraron aumentos de precios en pollo fresco (0.88%), aguacate (20.59%), naranjas (5.69%), yuca (1.94%), guandules verdes (3.86%), café molido (2.15%), bacalao (1.62%), habichuelas rojas (1.68%), y batatas (6.21%).
Por el contrario, otros alimentos disminuyeron de precios, como los plátanos verdes (-3.40%), los huevos (-2.58%), leche fresca (-3.54%), cebollas rojas (-4.78%), arroz selecto (-0.40%), leche en polvo (-0.57%), aceite de soya (-0.72%), y carne de res (-1.29%).
Índice bienes y servicios transables y no transables.
En su reporte mensual sobre los precios, el Banco Central afirma que el índice de los bienes y servicios transables, aquellos que pueden exportarse e importarse libremente, varió 1.19%, por las alzas de precios de las gasolinas, y en menor medida, por los aumentos en los precios de algunos bienes alimenticios, como aguacates, naranjas, yuca, guandules verdes, café molido, bacalao y batata.
El crecimiento del IPC de los bienes y servicios no transables, los que por su naturaleza sólo pueden comercializarse dentro de la economía que los produce o están sujetos a medidas que restringen el libre comercio internacional, alcanzó 0.56%, por los incrementos en los precios de los azúcares, pollo fresco y habichuelas rojas.
Asimismo, incidieron los aumentos en los servicios de transporte en motocicletas, carros públicos y autobús. Sin embargo, estos aumentos resultaron compensados parcialmente por la baja en los precios de algunos bienes de elevada ponderación tales como cebollas rojas, arroz selecto, leche en polvo y leche fresca.
Índice por quintiles
Por estratos socioeconómicos, los resultados muestran que todos los quintiles fueron impactados por las alzas en los precios de los combustibles y los bienes alimenticios. Por eso el índice del quintil 1, el de menor gasto, resultó con la mayor tasa de variación, por la incidencia de los aumentos en los bienes alimenticios, y en los servicios de transporte terrestre, que tienen un mayor peso relativo en su canasta.