Por Andrés Toribio
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| Profesor Andrés Toribio |
Los maestros que fueron excluidos de la nómina del Ministerio de Educación durante el mes de marzo, se mantienen a la espera de que se resuelva el problema, para que continúe la buena convivencia dentro del sector educativo.
Los docentes afectados han dado a las autoridades educativas la oportunidad de enmendar el error cometido.
Al depositar la documentación que avala el reclamo de sus derechos, dichos profesores albergan el deseo de que su situación sea solucionada, ya que los mismos han demostrado a través de los canales idóneos, el desempeño adecuado de sus funciones en los espacios donde laboran.
Del mismo modo, también esperamos que se sancionen a las personas que cobran sin cumplir con su deber, sin importar quienes sean.
Las autoridades educativas deben identificar de manera clara a los que solamente reciben un salario sin trabajar. Pero deben hacerlo con el debido cuidado para no causar molestias ni agravios, como ha sucedido con una gran cantidad de educadores.
Toda decisión implementada por el Ministerio de Educación tiene que traer implícita una acción positiva, provechosa e incluso, una enseñanza, para que así podamos llegar a una mejor educación, antes de que lleguemos a la ansiada educación de “calidad”.
Yo, como maestro, dominicano inquieto por el desarrollo de nuestros niveles educativos, experimentaría una gran alegría, si por medio del Ministro de Educación, Lic. Melanio Paredes, escuchara una expresión de desagravio para los maestros afectados. Si eso ocurre, me sentiría orgulloso de ser aún más dominicano. Porque un hombre que actúe de esa manera está por encima de las cosas pequeñas y lleva en su alma las inquietudes en busca del bienestar de su pueblo.
Santo Domingo Este, R. D
