Por Luis Fernández
Rocainformativa.com
![]() |
Manuel Zelaya, depuesto presidente de Honduras |
La República de Honduras, el segundo paÃs en extensión territorial de América Central, ha padecido al igual que todos los paÃses de América, las consecuencias de la inestabilidad polÃtica, provocada por las dictaduras y los malos gobiernos. Es por esto que en el periodo comprendido entre 1933-1948, con el nombramiento de Tiburcio Carias Andino, fundador del Partido Nacional, se inició un proceso dictatorial que duró 15 años.
En el año 1957 el liberal Ramón Villeda Morales, fue elegido presidente, pero fue derrocado por un golpe de Estado militar, dirigido por el coronel Osvaldo López Orellana, quien gobernó la década de 1965-1975 y quien fue acusado de estar implicado en un soborno de la empresa norteamericana United Brands, por lo que fue derrocado por otro golpe de Estado dirigido por el coronel Juan Melgar Castro. Tres años más tarde, ocurrió otro golpe de Estado, esta vez dirigido por el general Policarpo Paz GarcÃa.
A partir de 1981 con la elección del liberal Roberto Suazo Córdoba, se inicia un periodo de relativo desarrollo democrático, que continuó con la elección en 1990 del conservador Rafael Leonardo Callejas, en 1993 del liberal Carlos Roberto Reyna, en 1997 el liberal Carlos Roberto Flores. En estas ultimas elecciones, participó la izquierda agrupada en el Partido de Unificación Democrática. En el año 2005, fue electo José Manuel Zelaya, por el Partido liberal. Este proceso de elecciones democráticas, fue brutalmente interrumpido por el fatÃdico golpe militar que derrocó al presidente Zelaya un dÃa 28 de junio del 2009, el cual será recordado, como un retroceso para la democracia latinoamericana.
El pueblo de Honduras, cuya población mayoritariamente está compuesta por un 90 por ciento de mestizos y un 7 por ciento de indÃgenas, ha librado una larga y fuerte lucha contra los que usurparon el poder legÃtimo de las mayorÃas, expresado en las elecciones del año 2005, a tal punto que la misma logró el apoyo de la comunidad internacional.  Todo esto ha provocado una gran represión, atropellos, encarcelamientos injustificados y muertes de periodistas, lo que ha contribuido junto al aislamiento internacional, a un debilitamiento de la frágil economÃa de ese paÃs centroamericano.
Es por esta situación que resulta importante buscarle una solución definitiva a la situación que padece este hermano paÃs, que haga que la verdadera democracia impere, que cesen los atropellos y abusos contra la población y que la nación se encamine por nuevos senderos. De ahà que resulta positiva la iniciativa del presidente Zelaya, de proponer puntos de acuerdo para restablecer la democracia en Honduras.
Estos puntos que procuran un acuerdo polÃtico para el restablecimiento de la democracia y la reconciliación nacional, se refieren a libertad democrática para los hondureños, independencia de los poderes judiciales del sectarismo y la persecución polÃtica, separación de los implicados en el golpe de Estado de los cargos que siguen ejerciendo en el poder judicial y la fiscalÃa de Honduras, garantÃas constitucionales para que las personas exiliadas puedan volver a su patria y se respeten todos sus derechos civiles y polÃticos y el cese de la persecución en contra de los que han denunciado el golpe de Estado, asà como dar personerÃa jurÃdica al Frente de la Resistencia.
Como se ve, son planteamientos discutibles y que conviene debatirlos, para asegurar un cambio de rumbo en la situación hondureña, que permita que esta vuelva a tener el reconocimiento internacional y a nivel interno permita un clima de diálogo,  entendimiento y concertación, en la cual los actores se despojen de cualquier actitud, que perjudique las ansias de democracia y progreso del pueblo de Honduras.
Los pueblos necesitan que los que dicen defender sus intereses, entiendan que la actividad polÃtica es un ejercicio de servicio a la población y de respeto a la voluntad mayoritaria de una nación, por lo que tratar de violentar las decisiones de las mayorÃas, utilizando el poder militar, es algo inaceptable para los pueblos, que provocará enfrentamientos y situaciones que en nada beneficiarán la buena marcha de un paÃs que necesita de la unidad para poder avanzar por el camino del desarrollo y la prosperidad.
Esta propuesta del presidente Zelaya, lo menos que debe merecer es el análisis profundo y ponderado de la comunidad internacional y de los sectores que se han enfrentado en esta dolorosa situación que ha perjudicado grandemente a los miles de hondureños, que viven en condiciones de extrema pobreza y que reclaman que sus fuerzas polÃticas apliquen los principios democráticos que permitan un ejercicio polÃtico de cara a los intereses de las grandes mayorÃas, que garantice que no existan atropellos y violaciones a los derechos humanos.
De lo que se trata es, que quienes se han opuesto al fatÃdico golpe militar, tengan un espacio abierto para exponer sus posiciones polÃticas y que el presidente Zelaya pueda volver a Honduras con las garantÃas necesarias, que permitan que pueda ejercer sus derechos polÃticos sin ninguna coacción, cesando la represión contra el pueblo y abriendo la democracia al libre juego de las ideas, propiciando el reconocimiento al Frente de la Resistencia, verdadero representante de las fuerzas polÃticas progresistas de Honduras.
Es este el único camino que puede propiciar la reconciliación entre los hondureños y el restablecimiento de la democracia, no se puede continuar como si nada hubiera pasado y seguir adelante, sin haber solucionado en su raÃz una crisis que de no resolverse por la vÃa del diálogo y la concertación, provocará más ingobernabilidad e inestabilidad polÃtica y esto no es lo conveniente para el pueblo hondureño, que merece mejor suerte y más responsabilidad de sus actores polÃticos.
La solución definitiva de la crisis hondureña, pasa por el regreso del presidente Zelaya a Honduras, quien con su liderazgo deberá conducir a este hermano paÃs, a un verdadero cambio de rumbo, que lo inserte a la comunidad internacional, profundice su democracia y lo ponga en condiciones de afrontar los grandes retos que hay que afrontar en la lucha contra la pobreza y la inequidad social.
La propuesta del presidente Zelaya es oportuna y merece un análisis a fondo y a tiempo, de modo que se pueda encontrar una salida, a una situación que ya está afectando a todos los sectores del paÃs y que de no enfrentarse con la energÃa y la decisión necesaria, podrá conducir a la República de Honduras, a un verdadero callejón sin salida.
 Luis Fernández es polÃtico y comunicador
                                                                        Santo Domingo R.D.