Por Dajelis Rodríguez
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Dajelis Rodríguez: Periodista, estudiante de administración pública, dirigente cultural y comunitaria SDE. |
Cuando escuchamos decir esta frase “el problema de nunca acabar”, podrían venir a nuestra mente varias demandas que hace la sociedad en este país, como la energía eléctrica, el agua potable y de consumo humano, el transporte público, la pobreza, el drenaje pluvial, que aunque estamos en pleno siglo XXI, parecería que estamos en la era de las cavernas, porque a ninguno se le ha dado solución definitiva, ni real.
Cuando decimos esto nos referimos a que son ya varios alcaldes que ha tenido la capital y la Provincia de Santo Domingo después de su división en el 2002 y que yo recuerde ninguno ha dado prioridad a la limpieza de los drenajes pluviales en este país, que más que un problema político, es también un problema social.
Pero para ser justos, hay que decir además que este problema se agrava más por la inconsciencia y falta de conocimiento de algunas personas cuando tiran desperdicios sólidos a las calles, como: platos, vasos, botellas, fundas plásticas, en fin basura que dura años para desintegrarse y que tapa los filtrantes y hace que ocurra el dilema de nunca acabar, las inundaciones.
Producto de las inundaciones frecuentes de calles y avenidas cuando empieza la temporada ciclónica, o hay algún frente frío u onda tropical a destiempo en el país, la ciudad capital y la provincia Santo Domingo se tornan intransitables por los vehículos y los peatones, y los sectores, barrios y residenciales parecen ríos desbordados.
Resulta contradictorio decir o acuñar la frase de que la solución de pequeños problemas en los sectores, soluciona en gran medida los grandes problemas nacionales, por el entendido de que son los alcaldes, y principalmente los regidores de los cabildos, los llamados a llevarles esos pequeños problemas y ponerlos en agenda, debatirlos y buscarles soluciones.
Propuestas de solución a este gran problema sería
Primero: Hacer una campaña en los medios de comunicación y sectorial de concienciación de por qué no debemos tirar basura a las calles, y el daño que esto causa a nuestro planeta.
Segundo: Buscar el financiamiento público o privado para que una empresa nacional o internacional, se dedique a reciclar la basura.
Tercero: Comprometiendo a los alcaldes a que en vez de hacer tantos parques que la gente no solicita, que dediquen parte del presupuesto municipal a limpiar los principales filtrantes del drenaje pluvial de esta capital.
Cuarto: Hacer una reingeniería del planeamiento urbano de los diferentes municipios y sectores que están sumamente desorganizados y de los nuevos proyectos habitacionales y empresariales que se están ejecutando.
Esta sería una solución, según mi humilde opinión, que además de que evita que se produzcan brotes de mosquitos y enfermedades, traería tranquilidad y bienestar a las miles de familias que en temporada de lluvias no pueden ni salir de sus casas.
Santo Domingo Este, R. D.