Por Reynaldo Hernández Rosa
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      Reynaldo Hernández Rosa |
Si tomamos como premisa que legalizar   es dar estado   legal a una cosa, certificar auténticamente la legalidad de un documento o firma, entonces, por qué se  violenta lo que prevé la normativa, en este caso la Ley 659 sobre Actos del Estado Civil.
Esto, a sabiendas de la anómala situación cuando se nos envÃa a ¨¨legalizar¨¨ una acta, en este caso de nacimiento, si la misma ha sido expedida por la OficialÃa del Estado Civil, dependencia de la Junta Central Electoral.
No se entiende el por qué una persona que resida en Samaná, por ejemplo, tenga que trasladarse a Santo Domingo, a dar visos de legalidad a una acta que es la propia Junta a través de sus órganos que la emite.
Un absurdo  jurÃdico.
El artÃculo 6 acápite c de la Ley 659,  da atribuciones a las OficialÃas del Estado Civil a expedir copias  de las actas del Estado Civil y de cualquier  documento que se encuentre en su archivo.
Entonces, ¿por qué ¨¨legalizar¨¨ dicho documento en el mismo organismo que  lo remite?
Empero, donde la incongruencia es circense es en la forma de ¨¨legalizar¨¨ una acta o documento en las oficinas de la Junta del Distrito en el sector La Feria de Santo  Domingo, todo una socaliña.
Lo primero: depositar el documento en la ventanilla seguido del pago de doscientos pesos, para luego un burócrata en un despacho aclimatado, con el escritorio repleto de frituras, jugos, servilletas, cigarrillos, con la comisura de los labios embadurnado de ¨¨grasa¨¨ de la ingesta de fritangas, donde dos secretarias, siempre con nalgas anárquicas, endosan un sello seco al dorso del   documento, para luego pasarlo a varias jóvenes que a través de alto parlantes llaman a los ¨¨legalizados¨¨ para que lo retiren, revelando que al parecer no hicieron un sexto curso, dada  la pobre pronunciación  en los nombres de los ¨¨infrascritos¨¨.
A ese proceso, que no toma ocho minutos, sin verificar, sin confirmar, sin observar nada, sin embargo, los ignaros,  salen de la dependencia orgullosos de la rapidez y los avances tecnológicos del organismo, cuando lo único que hicieron fue ¨¨sellar¨¨ el acta, para con el impuesto seguir manteniendo todo un cotarro preñado de inconductas.
Eso, amigo lector, es legalizar, legalizar…. ¿Hasta cuando…..?
  San Francisco de MacorÃs, R. D.Â
                                           Â