Anita Brody dio la inesperada orden el viernes, semanas después de una audiencia para ventilar quejas sobre las nuevas reglas que establecen límites respecto a los médicos que pueden evaluar por demencia y otras lesiones cerebrales a los jugadores retirados.

La jueza superior federal de distrito explicó que impuso la regla de las 150 millas (241 kilómetros) desde casa a fin de impedir el peregrinaje de un médico a otro y el potencial fraude que la NFL denunció mientras el fondo de más de 1.000 billón de dólares es desembolsado.

Brody ha nombrado al abogado Christopher Seeger, de Nueva York, como el único abogado autorizado para manejar asuntos en representación de los 20.000 miembros de la demanda colectiva.

El abogado saliente de la defensa Gene Locks declaró a The Associated Press que la orden del viernes “anula cualquier esperanza restante” de que los clientes serán protegidos mientras siguen adelante en el contencioso proceso de pruebas médicas y adjudicaciones.

Durante una audiencia llevada a cabo este mes, Locks indicó a Brody que no existen suficientes neurólogos, neuropsicólogos y subespecialistas calificados que participen en el programa a fin de cumplir la regla de buscar médicos cerca de casa.

“Se le han planteado a este tribunal, muchas veces, en mociones y en privado, argumentos fácticos de la NFL que han sido exagerados y que pretenden limitar sus obligaciones hacia a los jugadores”, afirmó Locks.

El abogado agregó que la orden del viernes es consistente con la negativa de Brody ante repetidas mociones presentadas por cualquiera que no sea Seeger.

“En este punto, anula cualquier esperanza restante de que los intereses individuales de los miembros de la demanda sean protegidos adecuadamente”, declaró Locks a la AP.

A través de un comunicado, Seeger prometió “continuar la lucha en representación de los exjugadores y sus familias para garantizar que reciban todos los beneficios que merecen bajo el acuerdo”.

En tanto, los abogados involucrados en el prolongado caso se están repartiendo más de 112 millones de dólares en honorarios, y la mayor cantidad va a la firma de Seeger. No fue uno de los primeros en demandar a la NFL, pero se convirtió en el abogado principal en las negociaciones secretas que condujeron al sorpresivo acuerdo en 2013.

Los abogados de los jugadores han argumentado que la NFL ha ocultado durante mucho tiempo lo que saben sobre los riesgos neurológicos de jugar después de una conmoción cerebral.