Ya no se cuestiona, salvo muy escasas excepciones, de quien seguirá controlando la administración de las cosas públicas. Todos saben que Danilo Medina y su PLD vienen por más.
Ahora bien, el tema que sí hay que debatir y que es un reto para el partido en el Poder, es, ¿qué tanto podrá dejar igual, aumentar o disminuir las matriculas mayoritarias que posee a nivel de los senadores, diputados, alcaldes y regidores?
Entonces surgen unas interrogantes obligatorias, ¿Va el PLD a ganar sus 31 senadores, o los 32, ya que hicieron alianzas electorales con Amable Aristy? , ¿Se quedará con la misma cantidad de alcaldes y regidores?
En estos escenarios vamos a teorizar sobre las oportunidades o no de lograr tales objetivos, en otras palabras, trataré de interpretar qué podría pasar en estas elecciones tan complejas, ya que se va a elegir en los tres niveles (presidencial, congresual y el municipal), son numerosas, demasiados aspirantes, más de 24,000 inscritos, que van tras más de 4,000 plazas a ser escogidas.
Veamos el caso legislativo, es decir, a nivel de senadores y diputados, a pesar de que el posicionamiento del PLD y Fuerzas Aliadas está mucho más alto ahora (60.3%), que cuando ganaron en todas las provincias en el año 2010 (56%), exceptuando La Altagracia (Higüey), va a resultar un tanto difícil volver a lograr tal proeza.
Independientemente de que no hay ningún tipo de dudas que el PLD y sus Fuerzas de Apoyo van a barrer a nivel de los senadores y diputados, pero por el método de escogencia imponiendo sus senadores y la gran mayoría de sus diputados, al colarse algunos o muchos impopulares, evidentemente que el número de éstos es más probable que se reduzca a que se queden igual.
Además, entre estos legisladores existe una gran proporción que tiene más de un período en el puesto, muchos de ellos con un trabajo legislativo con saldo negativo, su arma principal es el clientelismo, el poder o la capacidad competitiva que le representa el cuestionado y decisivo barrilito.
En el caso de las alcaldías, como aquí se impusieron los más populares y dejaron competir a los otros, es muy probable que la cantidad de alcaldes tienda a crecer, no así el número de regidores, se dieron algunos espacios a los partidos aliados.
Todo lo expuesto en los párrafos precedentes, obviamente que tiene su base primordial en la fragmentación de las fuerzas opositoras, que por demás, lucen debilitadas y poco atractivas frente al electorado en sentido general.
También es justo reconocer, que muchas de estas candidaturas en los diferentes niveles a escoger, están muy dependientes de la popularidad y excelentes valoraciones que tiene la gestión de gobierno de Danilo Medina.
Ahí está realmente la verdadera fortaleza del PLD, en la buena valoración del Presidente- candidato y en su unidad interna, que si no existe, se disimula casi a la perfección.
En conclusión, el que lo tiene todo, como es el caso del PLD, cuando tiene que arriesgarlo, lo más probable es que se le reduzcan algunos espacios, a menos que nos repitan la tan improbable proeza del año 2010. Ahora, de toda forma, van a quedar muy bien los peledeístas.
5 de abril, 2016.-