Como también debemos debatir la ordenanza que modifica los años en que estaba dividido el proceso de duración del sistema educativo que de 1ero a 8vo era la primaria con 8 años lectivos y la secundaria con un total de 4 años, a parte de la educación inicial. Debe analizarse y explicar por qué se cambia la primaria hasta 6to grado como hace muchos, pero muchos años que la teníamos así, pero en esa época denominábamos al 7mo y 8vo grados como una etapa intermedia y el bachillerato o secundaria con 4 años, diferente al llamado sistema de reforma, donde el bachillerato iniciaba en 7mo pero con una especialización en los últimos años. ¿No merece que esto sea discutido?
Otro asunto que debe someterse al debate es el registro que se usa actualmente, a ver si convencen a los educadores y a los pedagogos de que esto no es una aberración. Es un llenado que no vale la pena, o por el contrario deben demostrarnos de que no se trata de un adefesio que nos maltrata y embrutece.
También debemos poner en este debate la llamada jornada escolar extendida, revisando los contenidos, el qué hacer de los maestros y maestras.
¿Acaso lo que se hace hoy en la jornada escolar extendida se puede decir que es una educación de calidad?
¿Acaso ya no es hora de que la jornada extendida apunte a la calidad de la educación?
¿No creen que se debe disminuir la construcción de aulas y dedicar la mayor cantidad de recursos para la capacitación de los actores del sistema educativo? Como también disponer de recursos para que todo el personal sea nombrado, el que debe servir de apoyo, donde se incluyen los nuevos educadores y los talleristas, orientadores, sicólogos, responsables de unidades de salud dental, que debe montarse en todas estas escuelas de jornada escolar extendida. No seguir dándoles un caparazón vacío a las comunidades y decirles que esto es revolución educativa.
Y el asunto es aun más grave cuando oímos al Ministro de Educación en las últimas dos inauguraciones de escuelas, ofreciendo una computadora a cada estudiante y maestro. Si esto no se somete a debate y planificación, el resultado será que alguien se alce con unos cuantos millones y no contribuiremos en nada a la calidad educativa, y a corto plazo, no habrá una computadora en las escuelas y jamás pensar que estamos opuestos a la tecnología, tenemos muy claros estos conceptos y siempre hemos dicho que es una herramienta, pero que todo debe ser parte de un proceso y comenzar haciendo una plataforma para que los maestros y maestras enlisten sus estudiantes y saquen lo que realmente interese: quiénes son ellos, cómo son, cómo viven, con quiénes, y otros temas más, como también tener el registro de notas computarizado y con una planificación de para qué queremos esto. Se puede habilitar un plan piloto.
Y por último de mi parte, debemos poner al debate el almuerzo escolar, ¡cuánta injusticia! como por ejemplo, por qué no tomar las medidas para que el almuerzo se haga en la escuela, con estos maravillosos palacios escolares que se están construyendo. Comer correctamente eso va acorde con la dignidad y también con la enseñanza, pues a través de la comida es mucho lo que se le puede enseñar a un alumno, pero con dignidad, no en la butaca o en la mesita donde reciben la docencia.
En este debate se pueden agregar más temas, con la participación democrática de los grupos de veeduría, comisiones del Ministerio de Educación, de la Asociación Dominicana de Profesores –ADP--, instituciones de la sociedad civil: como el Centro Montalvo, POVEDA, EDUCA, Alianza ONGs, entre otras, como también educadores renombrados y comprometidos con la educación del país, las universidades, los gobiernos municipales, los partidos políticos, las iglesias y todos aquellos que consideremos.
Hagamos este debate por favor, para que por algún lado comencemos a hacer los cambios que necesitamos y el dinero de nuestro 4% sea bien utilizado, en beneficio del país y por el desarrollo a que aspiramos.-