En la Patria de Duarte, Sánchez y Mella, el presidente Obama designó al señor James (Wally) Brewster, quién según lo anunciado por el propio gobierno del país más poderoso del mundo, es un reconocido activista-recaudador gay perteneciente al gobernante Partido Demócrata.
Nadie, absolutamente nadie, puede decir que las señaladas designaciones son ilegales pero, así mismo, ninguna persona que tenga materia gris en su cerebro puede negar que éstas, además de saldar compromisos políticos, tienen por finalidad continuar con la política de rompimiento de normas morales impregnadas en muchos países del mundo.
En lo que respecta a la designación del señor Brewster se puede afirmar, sin temor a equivocarnos, que ésta ha producido críticas, prácticamente, en todos los sectores de la sociedad dominicana, incluyendo las corrientes religiosas más poderosas como son la católica y la evangélica. Éstas se fundamentan en que el nominado embajador es un fiel representante del movimiento gay norteamericano que está luchando, fuertemente, a favor del matrimonio homosexual.
No obstante lo señalado debemos afirmar que, lamentablemente, esas críticas se quedarán siendo críticas porque, tal como se sabe, esas designaciones han sido hechas cumpliendo con normas consignadas en las llamadas relaciones internacionales que, hoy día, juegan un papel de extrema importancia para todos los gobiernos del mundo.
Las relaciones internacionales o relaciones diplomáticas, como también se les llama, tienen su propio protocolo para ser aplicado en cada uno de los asuntos que les conciernen. Por esta razón es conveniente que sepamos que cuando un presidente, de cualquier país del mundo, anuncia la nominación de uno de sus ciudadanos para ocupar la función de embajador de su país , ante el gobierno de otro país, lo hace cuando ya ha cumplido con la parte imprescindible o, como se dice, sine qua non, como es la solicitud del PLACET.
Es conveniente que sepamos que el llamado PLACET no es más que la solicitud que hace un gobierno a otro para que acepte, como representante o embajador suyo, a un determinado ciudadano. Esta solicitud debe o tiene que estar acompañada de la hoja de vida de la persona que se ha nominado para, de esa forma, dar a conocer a las autoridades del gobierno del país receptora, o sea, las del país ante el cual se ha hecho la nominación, las cualidades personales y morales que reúne esa persona para que, en consecuencia, puedan aceptar o rechazar la solicitud que se les ha formulado.
Lo que señalamos, en el párrafo anterior, tiene la intención que sepamos que cuando el presidente Barack Obama anunció la nominación del señor Brewster , como embajador de su país ante el gobierno de nuestro país , es porque él ya tiene en sus manos la aceptación del plácet por parte del presidente de la República, Lic. Danilo Medina y que, en consecuencias, es muy difícil, por no decir imposible, que el Senado de Estados Unidos de América rechace la supra indicada nominación diplomática por lo que, desde ya, debemos ir aprendiendo como hablar con un embajador-gay.
Santo Domingo, Rep. Dom.