Más de 50 carrozas, comparsas, roba la gallina, grupos culturales, batton ballets, asociaciones deportivas y religiosas, desfilaron con un gran abrazo de hermanos por la Sexta Avenida de Manhattan, donde Milly Quezada, Frederick Martínez (el Pachá), El Prodigio, Audris Rijo y Black Jonás Point, fueron aclamados en este grandioso desfile.
La música fue una de las partes principales de este hermoso desfile, destacándose el merengue, la bachata, la música típica y la música urbana. La reina del merengue, Milly Quezada, El Prodigio y Black Jonás Point encabezaron con su música la espectacular carroza de Major World y cada uno de ellos hizo vibrar con sus canciones al público asistente. Milly cantó y bailó durante todo el desfile, poniendo a la multitud a disfrutar de sus más sonados éxitos bajo un sol radiante de un verano en NY.
El público se adueñó de las canciones de la reina , coreando y vitoreando todas sus interpretaciones, quien hizo alarde de su gracia de mujer caribeña conquistando los aplausos de niños y adultos, poniendo a disfrutar plenamente a todos los presentes de esta actividad que rinde tributo a la dominicanidad.
Milly. también se hizo acompañar de la popular y carismática modelo Audris Rijo, ex finalista de Nuestra Belleza Latina, muy querida y respetada por todos los latinos, en especial los dominicanos, y que cautivó con su carisma a la gran multitud presente, logrando acaparar la atención y los aplausos del público durante todo el trayecto de este grandioso desfile.
La animación de la carroza de Major World estuvo a cargo de Frederick Martínez, el Pachá. El Pachá, como siempre desbordó energía y alegría, haciendo vibrar a todos los que se dieron cita a este desfile.
Esta fiesta del pueblo dedicada a realzar las raíces culturales dominicanas, contó con el apoyo de más de un millón de dominicanos que disfrutaron a plenitud de los elementos carnavalescos de nuestra adorada Quisqueya, a todo lo largo de la Sexta Avenida de Manhattan, NY.
El Desfile Dominicano de Manhattan, con 34 años realizándose, forma parte de la tradición familiar de todos los dominicanos residentes en la gran urbe, representando una manifestación popular de los valores culturales del pueblo, por eso todos los dominicanos esperamos que esta actividad siga honrando nuestra identidad con orgullo y dignidad.
Vivan los dominicanos y la dominicanidad