Está el caso de un amigo mío, del cual yo fui el puente para llegar al PLD; hablo del Lic. Max Puig, quien después de ser un importante funcionario de los gobiernos del PLD se convierte en enemigo de este partido y creyéndose un líder se presenta solo al recién pasado proceso electoral, pero ni él se recordó de que existía esa casilla y con todo y eso tiene la falta de tacto de presentarse solo con un cárter mal escrito, pues este debió decir “que descarado soy “.
Y qué decir de alianza país, pues después del proceso debió cambiarse el nombre, pues según la ley electoral vigente en el país la alianza la gana la organización que alcance el cincuenta más un voto y esa organización apena alcanzó el más un voto.
El descaro mayor lo tienen los treinta seguidores de Hipólito, que estuvieron ahí recordándole al pueblo dominicano y al mundo los desafueros de ese gobierno tan bochornoso y tan mentiroso, pero tan mentiroso, que le pusieron un letrero al puente Juan Bosch “construido con los bonos soberanos. “Que mentirosos”.
Pero en esas treinta gentes, porque los perredeísta sensatos no fueron a ponerse de mojiganga, estaban los jinetes del Apocalipsis, que produjeron la crisis del 2003, que llevó varios bancos a la quiebra, destruyó miles de pequeñas y medianas empresas, acabó con los ahorros de cientos de miles de dominicanos. Todas las empresas tuvieron que cerrar el crédito y dispararon el dólar hasta el sesenta (60) por uno.
En este país, los sinvergüenzas apuestan a la mala memoria del pueblo dominicano, por eso siguen en la política seres fabuladores, embustero, malversadores y destructores del país y de sus instituciones.
Yo quiero que alguien me diga cuál banco quebró en los gobiernos del PLD o entonces que me nieguen que los bancos han alcanzado grandes beneficios y si es así donde está la crisis.
Los que no estuvimos ahí en ese salcocho sin sal y mal cocido, fuimos la mayoría absoluta y estamos apoyando al Presidente Danilo Medina y al PLD y queremos la reforma y sabemos que los que no la quieren son enemigos de la prosperidad que estaría garantizada en la promesa del presidente, si encuentra recursos para gobernar.
Santo Domingo Este, Rep. Dom.-