Nuestra pregunta era por qué el delirio hacia un presidente que tres meses atrás, derrotó a su partido y a Hipólito Mejía quien tuvo una ventaja tan alta, en un momento de la campaña, que hasta llegó a repartir los cargos del futuro gabinete.
El enamoramiento de cierto sector para con Danilo estaba presente aun sin este dar el primer picazo para una escuela, sin anunciar el proyecto Boca de Cachón y sin autorizar el primer préstamo para productores pobres en las provincias. Todo eso desencadenaba en una natural y lógica suspicacia.
Si aplicamos el término verdadero, entonces habría que decir que los verdaderos perredeistas hoy subdivididos eran y son igualmente verdaderos antileonelistas, antipeledeistas, y no necesariamente antidanilista, pues Danilo Medina solo les ha propinado uno de sus cinco nocauts.
Por esa razón nunca se ha visto en un perredeista asomo de disgusto ni incertidumbre y por el contrario celebran cuando anuncian mediciones en que Danilo Medina ostenta más de 80 por ciento de popularidad.
Sin dudas, ese promedio no dicta mucho del nivel de simpatía que tuvo el mandatario entre los seguidores del derrotado PRD desde antes de iniciar el gran gobierno que ejecuta. Incluso, las pifias naturales, presente en cada gestión, todavía no son cuestionadas por el férreo sector opositor.
Muchos dirán que no hay sector opositor. Alegan que el PRD no va para ningún lado y mucho menos Hipólito Mejía y su PRM. Pero sí la hay. Los partidos siempre están trabajando, sino que le pregunten a Guillermo Moreno.
Es extraño que al PRD como dueño de las siglas o al PRM como supuesto dueño de la gente, les resulte refrescante que un dirigente del partido que enfrentarán tenga impresionante aceptación en las encuestas e insistan, al mismo tiempo, en que sea este el candidato que lleve su enemigo PLD de candidato.
La respuesta creo que está en lo que dijo el colega Cesar Medina; ‘’ No hay forma de reducir el liderazgo de Leonel Fernández por más que retuerzan números y encuestas’’, y si calificamos de muy cierta que hay una ‘‘actitud poco ortodoxa del antireeleccionismo a ultranza que ahora se abandera en un sector fanatizado de la prensa decantado por Danilo como única forma de evitar el retorno de Leonel’’.
El error de ese sector fue ignorar que en el 2016 pierden de Leonel Fernández y de Danilo Medina y tampoco nunca pensaron que tanto el presidente de la República, como el presidente del PLD sabían que esos trucos llegarían
Sin embargo, y como dijo Juan Pablo Duarte, ser justo si queréis seis felices y hay que felicitar al perredeismo que desde que Danilo repuntó los más de 30 puntos en que estuvo detrás de Hipólito Mejía en la pasada campaña y por saber que esto se debió, en gran medida, a la presencia de Leonel Fernández, diseñaron un esquema de campaña sobre la base de que el PLD solo pierde del PLD.