Hago esta introducción, a propósito de tres planteamientos autorizados sobre el polémico tema de la reelección presidencial, que usted puede encontrar un trío de profesionales en la materia que lo puedan igualar, pero superar, la tarea es muy difícil, ya que el estatus y las experiencias de quienes lo hicieron, están más que certificadas, se parece a un sello de calidad ISO-9001- 2000.
El primero de estos caballeros en exponer su punto de vista sobre el particular, fue el consultor Jurídico del Poder Ejecutivo, el doctor César Pina Toribio, cuando dijo: «Que ya no había tiempo para plantearse una reforma constitucional». Y le cayeron los palitos de los interesados, razonaban más por sus intereses que por defender sus planteamientos.
Luego, martilla sobre este asunto el presidente de la Fundación Justicia y Transparencia, el doctor Trajano Vidal Potentini, cuando afirmó: «Para restaurar la reelección se necesitaría de un referendo aprobatorio para su validez».
Mientras que el Doctor Roberto Rosario Márquez, a la sazón del tema, el presidente de la Junta Central Electoral, planteó: «Se necesita de por lo menos la emisión de cinco leyes distintas para poder lograr que triunfe la opción de una reforma a la Constitución».
Usted puede estar de acuerdo o no con este magistrado, pero quién pone en dudas su capacidad y experiencia en asuntos legales, especialmente sobre temas electorales y constitucionales.
Todas estas respuestas fueron ofrecidas en los meses de enero y febrero, y con razón o sin ella, ciertamente, los que les han respondido, aunque poseen posiciones muy jerárquicas en la administración pública, realmente les quedan muy cortos a los sustentantes de estas posiciones, ya sea, por la experiencia política de éstos o por el domino del tema tratado.
Entonces, como el tiempo sigue su indetenible e incansable trayectoria, y que después de estos planteamientos los defensores del tema de la reelección presidencial lucen desorientados, de ahí, que hasta el más obtuso diría, es muy cierto, hay que prestarle mucha atención al valor y el peso de quienes hablaron, lo que dijeron y cuando lo hicieron.
Y, si además, son tres voces autorizadas que coinciden sobre el mismo tema, pues mejor, ya que el parto es de trillizos.
Santo Domingo, R. Dom.